¿Será mejor el futuro?
¡Les deseo a todos salud y felicidad en el 2020! Comparto con ustedes un video de recuerdos de una década y un poema humorístico. Agradezco cada encuentro, cada conversación y cada comida compartida. Al final, la vida es solitaria, por eso agradezco la compañía de cada familiar, amigo y compañero de clase. Al final del video también aparece mi novia, jeje. A continuación, algunos pensamientos recientes.
El mundo entero habla de cómo la tecnología anhela capturar el futuro, mientras que yo prefiero regresar a lo primitivo y al campo.
Todos los humanos se esfuerzan por avanzar, pero el mundo no estaría mal si se detuviera en la década pasada.
Las personas persiguen riquezas infinitas, convirtiendo los recursos naturales de la Tierra en dinero, dejando un planeta lleno de dinero y basura para las generaciones futuras.
El capitalismo hace que una parte de la gente trabaje incansablemente, mientras que otra parte se queda sin empleo.
A lo largo de los siglos, han surgido tantas tecnologías avanzadas y personas inteligentes, pero nuestra vida se ha vuelto cada vez más difícil.
Lo que creíamos como verdad y belleza, al final descubrimos que no eran más que una mentira y un engaño tras otro.
Cuando los asuntos no nos conciernen, los dejamos de lado, pero al final nos damos cuenta de que no podemos escapar, estamos atrapados en burbujas una tras otra.
Hemos hecho todo tipo de amigos, y al final descubrimos que todos son iguales a nosotros.
Alguna vez nos creímos tan especiales, pero al final descubrimos que todos somos simples mortales.
Alguna vez estuvimos tan preocupados por la impresión que causábamos en los demás, solo para descubrir al final que a nadie le importaba realmente.
Pensábamos que realmente a nadie le importaba, pero el cariño de nuestros amigos nos llenó de calidez.
Los pequeños detalles de la vida que pasamos por alto encierran los misterios del mundo natural.
Cuanto más deseamos obtener algo, más a menudo el resultado suele ser contrario a nuestras expectativas.
Cuanto más simplemente hacemos algo sin buscar nada más, más obtenemos lo que originalmente deseábamos.
Cuanto más nos apresuramos por enamorarnos y casarnos, menos posibilidades tenemos de que ocurra el amor.
Pensamos que cambiar de pareja nos haría sentir mejor, pero seguimos en esa dinámica de amor y odio.
Cuanto más nos apresuramos por ganar dinero sin importar los medios, más somos derrotados por la realidad.
Hemos buscado arduamente la mejor manera de ganar dinero, y al final descubrimos que la forma más fácil de hacerlo es ahorrando.
Aquellos que menos desean alcanzar el éxito, son quienes logran el éxito en los ojos de los demás.
Aquellos que viven con sencillez material y en condiciones de pobreza tienden a ser más bondadosos y desinteresados.
Nos esforzamos por buscar el significado de la vida, pero al final descubrimos que no tiene ningún significado.
Los demás piensan que estoy en la miseria, pero simplemente ya no estoy dispuesto a sacrificar mi conciencia para obtener el máximo beneficio.
Pensamos que los cerdos, vacas, ovejas y caballos son estúpidos y lamentables, pero a menudo nuestras vidas ni siquiera alcanzan el nivel de las suyas.
Sentimos que la vida está llena de cadenas que nos atan, sin darnos cuenta de que son nuestras propias mentes las que están llenas de grilletes.
Creemos que las personas en prisión están corrompidas y son miserables, pero no nos damos cuenta de que viven con más claridad que aquellos que están afuera.
Lo que anhelamos con tanto fervor, al final descubrimos que no es más que eso.
Los ídolos y genios que admiramos, al final descubrimos que no son tan especiales como pensábamos.
Atravesamos montañas y ríos, solo para descubrir que la verdad siempre ha estado ante nuestros ojos, solo depende de si tenemos el valor de verla.
Creíamos que entendíamos el mundo entero, pero descubrimos que somos tan pequeños como una gota de agua y solo comprendemos superficialmente.
La mayoría de las veces en la vida, nadie nos obliga a hacer esto o aquello, pero nosotros mismos nos buscamos un montón de cosas y problemas.
Dicen que somos activos, entusiastas y trabajadores, pero en realidad, lo que nos impulsa es el miedo y la ansiedad que llevamos dentro.
Nos demostramos a nosotros mismos con logros, pero nunca logramos llenar el vacío de la inseguridad interior.
Anhelamos ser los más inteligentes, pero al final descubrimos que lo que nos falta es valor, honestidad y pureza.
Anhelamos el bullicio y la fiesta, solo para descubrir al final que no es más que la soledad de un grupo de personas.
Lo que consideramos genios, al final descubrimos que también han experimentado una vida llena de momentos de éxtasis o dolor, igual que todos.
A medida que crecemos, más deseamos volver a la infancia, a esa época de despreocupación y felicidad sencilla.
La gente cree que ser emperador es algo maravilloso y placentero, pero no se dan cuenta de los pesados rituales y protocolos, de la dificultad para manejar a los ministros, de la dificultad para salir de la Ciudad Prohibida, y de pasar casi toda la vida dentro de sus muros.
Cuanto más pesimistas somos al ver el mundo, al final encontramos la verdadera felicidad.
Cuanto más diferente y contrario a la corriente principal, más inclusivo y amoroso es con el mundo.
Creemos que la sociedad y la vida son de cierta manera, pero al visitar otro país, descubrimos que existen otras formas de vivir y otras personas que viven de manera diferente.
Lo que consideramos asuntos nacionales importantes, eventos sociales destacados y celebridades de internet, las personas de otros países pueden no tener la menor idea.
Lo que creíamos que era imprescindible hacer o tener, al final descubrimos que no era más que una obsesión.
Pensamos que cambiar de estilo de vida nos haría sentir mejor: alimentar caballos, cortar leña, viajar por el mundo, pero al final descubrimos que la soledad y el vacío siguen acompañándonos como sombras.
Todo desaparecerá en el largo río de la historia, a partir de ahora, cuidemos a la humanidad, preocupémonos por el medio ambiente, seamos frugales y sencillos, y enriquezcamos nuestro espíritu.
Lectura adicional: